lunes, 13 de septiembre de 2010
Entrevista a Jesús Fernández,Ganador de "El Desplante" en el 50º Festival de Cante de las Minas de La Unión 2010.
“El flamenco no es un fondo perdido”
Entrevista: Pablo San Nicasio Ramos
Fotos: Rafael Manjavacas
Tiene que ser una ventaja eso de nacer en el Barrio de La Viña de Cai. Y tener cerquita desde niño a gente como Chano Lobato. Pillamos a Jesús Fernández en uno de sus días de “curro” como cabecera de cartel en el “Corral de la Morería”, tablao esencial del circuito madrileño. Lugar donde los sábados, además, comparte escenario con Blanca del Rey. Y recién llegado de La Unión, de donde se ha traído el “Desplante” bajo el brazo. Sin tiempo para subirse “a la parra”, Jesús nos dio una hora para contarnos primeras sensaciones.
El premio de la Unión te ha pillado entre tus noches en la “Morería”. A la segunda fue la vencida.
“Sí. Llevo aquí bailando de continuo desde principios de año, y aunque había trabajado antes, era como sustituto. Ahora, digamos que estoy como bailaor de cartel. Con mi nombre puesto y como debe ser. Y sí, en medio de todo…el “desplante”, que no veas la repercusión que tiene y la ilusión que me hace…era la segunda vez que me presentaba, la primera fue hace cosa de tres años. La que se monta en La Unión es de escándalo, había doscientos medios acreditados, era el cincuenta aniversario del festival, con récord de entradas vendidas, la pedazo programación que había este año…”
¿Es tanto lo que uno se lleva?
“Hombre, el premio yo creo que es el más prestigioso o de los más importantes, sin duda. Eso sí, para el cuerpo es una presión tremenda, acabé desfondado. Y bueno, aún es pronto, la verdad. Yo sigo igual, con mi vida y mis cosas. Espero que la cosa suba mucho y se pongan en contacto conmigo productoras, programadores, qué se yo”.
Nunca viene mal por lo que pueda pasar…
“Sí, esta bien, porque la cosa está regulera para todos y hay que aprovechar. Pero yo creo que los premios en los concursos ya no cuentan tanto como antes. No tienen ese peso que hace que te subas al circuito inmediatamente. Esto es una carrera de fondo y sí es verdad que sirve para el curriculum y para seguir haciendo contactos, pero hay muchos otros factores hoy día que cuentan y no te puedes confiar nada, pero nada nada”.
Ya tenías una trayectoria
“Es que es diferente lo de los concursos en el caso del baile. Quizá los que ganan suelen tener más edad que los que se llevan, por ejemplo, el bordón minero, que son guitarristas jovencísimos la mayoría de las veces. Baste mirar los que han ganado el “Desplante” en los últimos años. En el cante sucede que a veces gana gente con muchas tablas y otras veces niños, pero en baile suelen ser todos ya más avezados”.
¿Eres Concursero?
“No mucho, pero es lo que hay, yo creo que los artistas ya lo tenemos asimilado. Hay gente que no pasa las cribas y te quedas un poco con cara de…vamos, que tú crees que sí deberían pasar. Luego hay veces en que las eliminatorias de un concurso no se realizan en las mejores condiciones, ni para todos los concursantes igual y además está el gasto específico que supone para un bailaor. Que nadie se olvide que llevamos guitarristas, palmeros, cante…lo mínimo imprescindible, pero que ya te supone un dinero. Y así en todas las eliminatorias. Con lo cual los premios pues bueno… ayudan en lo económico…pero no te salvan excesivamente”.
“Blanca del Rey es una señora de los pies a la cabeza, y sigue bailando a tope. Con un manejo del mantón increíble y con unos pies que más quisieran muchos jóvenes.
En el “Corral de la Morería” bailas los sábados con Blanca del Rey ¿cómo es trabajar con una figura de su talla?
“Algo fenomenal, porque ella no es la típica bailaora con experiencia que pone pegas a las nuevas generaciones. Ella te apoya a tope, valora lo último que suena en el flamenco. Y no sólo a mí. Es divina. Marcos Flores o Manuel Liñán, que son amigos míos de mi quinta, te hablarían igual de ella.
Es una señora de los pies a la cabeza, y sigue bailando a tope. Con un manejo del mantón increíble y con unos pies que más quisieran muchos jóvenes.
El Corral es un sitio de mucha relevancia. Por allí ha pasado lo más de lo más y no deja de ser un orgullo bailar allí. Todo tiene más repercusión internacional, se considera el mejor tablao del Mundo y cada año se lleva reconocimientos y premios. Y no sólo a nivel flamenco, allí hasta la cocina tiene prestigio”.
¿En Madrid por obligación?
“Bueno, al principio sí y no. En Cádiz la verdad es que no hay apenas trabajo y acaba uno viniendo aquí quiera o no, pero esta ciudad tiene energía y también “envenena”.
Empezaste pronto
“Mi familia tenía afición de siempre al flamenco, teníamos los discos de todos los grandes. Y ya con cuatro años mi madre me metió en una academia y empecé a bailar.
En esos años en Cádiz me marcó mucho Pepín Muñoz, un personaje que es muy conocido en la ciudad. También estuve algún tiempo con Charo Cruz. Luego, ya pues un poco por mi cuenta, yendo a Jerez, a cursillos, con Javier Latorre, con Israel Galván…ya sabes”.
¿A quién tenías en los pedestales?
“Me gustaban mucho Canales y el Grilo. Eran gente que además estaban mucho por ahí abajo… aunque bueno, rápido me fui de allí, a Nueva York.”
Hombre, otro sitio flamenquísimo
“Estuve en Brooklyn, en Christopher Street, en el “Mesón Flamenco”, un sitio por donde pasaron Paco de Lucía, Farruquito, Carmen Linares…en los primeros años del festival USA…imagínate.
Luego volví a Jerez y participé en una producción de Manuel Morao, donde iba el Mono, María del Mar Moreno, “El Pipa”, trabajamos para Televisión Española…todo esto con diecisiete años más o menos.”
¿Y qué tenías en mente en aquella época?
“Pues no sé, era muy crío y lo tenía todo por delante, tratando de disfrutar, lo que pasa es que ya iba con gente potente, Chano Lobato, Mariana Cornejo…gente de la zona. No pensaba en los concursos como ahora o en de verdad ponerme a crear cosas por mi cuenta”.
“Creo que los premios en los concursos ya no cuentan tanto como antes. No tienen ese peso que hace que te subas al circuito inmediatamente. Esto es una carrera de fondo”
Supongo que pasarías por Amor de Dios
“Sí, y me gustó. Sobre todo el hecho de que es un sitio donde no tienes que dar explicaciones a nadie. Te metes hoy con un profesor, mañana con otro, y coges de muchísimos buenos bailaores. Es un sitio además donde conoces a muchísima gente y nadie te pide cuentas. No existe ese celo que pueda existir en otras academias o con otros maestros.
En Madrid me he curtido y ya llevo diez años viviendo en la zona del Rastro. Te vas haciendo tu caminito y pasas de sustituir a ir más estable en los tablaos, hasta por ejemplo estar donde estoy ahora”.
¿Te ves bailando con sesenta?
“Sí, claro, pero más bien me veo dirigiendo algo, no sé, soy optimista por naturaleza. Espero que la cosa siga evolucionando para bien y tener cada vez más sitio en los carteles y en mi propia producción, en el flamenco, en mi propia libertad.
Y siempre metido en todos los “líos” posibles. Mira, ahora trabajo también con una compañía holandesa, estamos haciendo “Medea” y mi trabajo no es estrictamente flamenco.
Sobre todo sería bueno notar que con los años haya más apoyo, para mí y para los de mi gremio”.
Sí, parece que ningún bailarín, coreógrafo, etc…está a gusto con la política de apoyos al baile por aquí… parece una tradición “made in Spain”.
“Es que es normal. Vas por ahí y no te imaginas el respeto y los apoyos que se dan a los artistas.
Aquí primero gástate a fondo perdido un dineral en montar algo, luego una vez gastado enumera y pide alguna ayuda. Y el flamenco no es un fondo perdido, aunque sea vea así. De dieciocho mil euros que te has gastado, por ejemplo, pues te pueden dar con suerte y tras un papeleo de escándalo, cinco mil…los jóvenes nos tenemos que financiar todo, los circuitos de festivales son cerrados a más no poder… en fin.
Pero seguiremos en la pelea. ¡¡Siempre con la cabeza alta!!”
PUBLICADO EN deflamenco.com